lunes, 26 de abril de 2021

ROSARIO DE LAS SANTAS LLAGAS Y MEDITACIONES

 

 

ROSARIO DE LAS SANTAS LLAGAS

 

PROMESAS PARA QUIEN MEDITE Y PROPAGUE LA DEVOCIÓN A LAS SANTAS Y GLORIOSAS LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

 

 Sor María Marta Chambón recibió estas promesas insuperables, desbordantes. Su vida en pleno siglo XX, es un preludio de las apariciones de la Virgen María en Fátima (Portugal) y por tanto, es una tabla de salvación que el Redentor nos ofrece, junto con la devoción a la Divina Misericordia.


1. Con cada palabra que se pronuncie en el Rosario de las Santas Llagas, dejaré que una gota de Mi Sangre caiga sobre el alma de un pecador.

2. Cada vez que se ofrezcan a Mi Padre los méritos de Mis Divinas Llagas, ganaréis una inmensa fortuna.

3. Las almas que hayan contemplado y honrado Mi Corona de espinas en la tierra, serán mi Corona de Gloria en el Cielo.

4. Concederé todo lo que se Me pida por medio de la invocación de Mis Santas Llagas. Todo lo obtendréis porque es a través de los méritos de mi Preciosísima Sangre, que es infinito. Con Mis Llagas y Mi Divino Corazón lo podéis obtener todo.

5. De mis Llagas proceden frutos de santidad. Como el oro purificado en el crisol se vuelve más hermoso, así pondréis vuestras almas y las de vuestros seres queridos en Mis Llagas Sagradas. Allí se perfeccionarán como el oro en el crisol. Siempre os podréis purificar en Mis Llagas.

6. Mis Llagas repararán las vuestras. Mis Llagas cubrirán todas vuestras faltas. Aquellos que las honren tendrán un verdadero conocimiento de Jesucristo. Meditando sobre ellas siempre encontraréis un Amor nuevo. Mis Llagas taparán todos vuestros pecados.

7. Meted vuestras acciones en Mis Llagas y serán de gran valor. Todas vuestras acciones, incluso la más pequeña, empapada en Mi Sangre, adquirirá sólo con ella un mérito infinito y complacerá a Mi Corazón.

8. Ofreciendo mis Llagas por la conversión de los pecadores, aunque los pecadores no se conviertan, tendréis los mismos méritos ante Dios que si lo hiciesen.

9. Cuando tengáis algún problema, algún sufrimiento, ponedlo rápidamente en Mis Llagas y el dolor será aliviado.

10. Esta aspiración deberá repetirse a menudo cerca de los enfermos; “Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de tus Santas Llagas”. Esta oración calmará el alma y el cuerpo.

11. Un pecador que diga la siguiente oración obtendrá la conversión: “Padre Eterno, os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las de nuestras almas”.

12. No habrá muerte para el alma que expire en Mis Llagas; ellas dan la verdadera vida.

13. Este Misterio es un cortafuego de Mi Justicia; retiene Mi venganza.

14. Aquellos que recen con humildad y mediten sobre Mi Pasión, participarán un día en la Gloria de Mis Divinas Llagas.

15. Cuanto más contempléis Mis Dolorosas Llagas en esta Tierra, más alta será vuestra contemplación en el Cielo

16. El alma que en vida haya honrado las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo y las haya ofrecido al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, estará acompañada en el momento de su muerte por la Santísima Virgen y los Ángeles; y Nuestro Señor en la Cruz, en Su esplendente Gloria, la recibirá y coronará.

17. Las invocaciones a las Santas Llagas obtendrán una incesante victoria para la Iglesia.


FORMA DE REZAR ESTE ROSARIO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición:

1.-  Oh Jesús, Redentor Divino, sed misericordioso con nosotros y con el mundo entero. Amén

2.-  Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, tened misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén

3.-  ¡Perdón! ¡Misericordia, Jesús mío!; durante los presentes peligros cubridnos con vuestra preciosa sangre. Amén

4.- Padre Eterno, tened piedad y misericordia por la Sangre de Jesucristo vuestro Hijo único; tened piedad y misericordia de nosotros, os lo suplicamos. Amén, Amén, Amén.


En las cuentas grandes del Rosario:

En lugar del Padrenuestro, se reza la jaculatoria:

 Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las llagas de nuestras almas.


En las cuentas pequeñas del Rosario:

En lugar de las 10 Avemarías, se repite 10 veces la jaculatoria:

 Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas.


Al terminar el Rosario se repite 3 veces:

Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las llagas de nuestras almas.


Oración a la Virgen Dolorosa:

Oh Madre afligida, Oh corazón virginal desgarrado, por las llagas de tu hijo, dígnate admitir este pequeño recuerdo de sus sufrimientos en unión con lo que tú misma has padecido. Ofrezco este homenaje a tu hijo Jesús y por tu santa y poderosísima intercesión espero que mis oraciones y suplicas sean escuchadas por Él. Amén.

Se recomienda finalizar rezando tres Aves Marías


MEDITACIÓN DE CADA UNA

DE LAS SANTAS Y GLORIOSAS LLAGAS

Se recomiendan en cada uno de los misterios del Rosario.

Al estar de rodillas ante Vuestra sagrada imagen, oh Salvador mío, mi conciencia me dice que yo he sido él que os ha clavado en la cruz, con estas mis manos, todas las veces que he cometido un pecado mortal.

Dios mío, mi amor y mi todo, digno de toda alabanza y amor, viendo como tantas veces me has colmado de bendiciones, me pongo de rodillas, convencido de que aún puedo reparar mis injurias con que te he ofendido. Al menos te puedo compadecer, puedo darte gracias por todo lo que has hecho por mí. Perdóname, Señor mío. Por eso con el corazón y con los labios digo:


A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO

Santísima llaga del pie izquierdo de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir aquella pena dolorosa. Os doy gracias, oh Jesús de mi alma, porque habéis sufrido tan atroces dolores para detenerme en mi carrera al precipicio, desangrándote a causa de las punzantes espinas de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad para resarcir mis pecados, que detesto con sincera contrición.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de pereza, omisión, faltas de caridad especialmente con los más pobres.


 A LA LLAGA DEL PIE DERECHO

Santísima llaga del pie derecho de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por aquel amor que sufrió tan atroces dolores, derramando sangre para castigar mis deseos pecaminosos y andadas en pos del placer. Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad, y le pido la gracia de llorar mis transgresiones y de perseverar en el camino del bien, cumpliendo fidelísimamente los mandamientos de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la envidia, celos, rivalidades y rencores.


A LA LLAGA DEL SACRATÍSIMO COSTADO

Santísima llaga del Sacratísimo costado de mi Jesús, os adoro. Me duele, Jesús de mi vida, ver como sufristeis tan gran injuria. Os doy gracias, oh buen Jesús, por el amor que me tenéis, al permitir que os abrieran el costado, con una lanzada y así derramar la última gota de sangre, para redimirme.

Ofrezco al Eterno Padre esta afrenta y el amor de vuestra santísima Humanidad, para que mi alma pueda encontrar en vuestro Corazón traspasado un seguro refugio.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de ira, avaricia y lujuria.


A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

Santísima llaga de la mano izquierda de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, porque por vuestro amor me habéis librado a mí de sufrir la flagelación y la eterna condenación, que he merecido a causa de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude a hacer buen uso de mis fuerzas y de mi vida, para producir frutos dignos de la gloria y vida eterna y así desarmar la justa ira de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la gula, para que nos liberes de la glotonería, ansiedad y desenfreno al comer y beber, y nos libres sobre todo del alcoholismo.


A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA

Santísima llaga de la mano derecha de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por haberme abrumado de beneficios y gracias, y eso a pesar de mi obstinación en el pecado.

Ofrezco al Eterno Padre la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude para hacer todo para mayor honra y gloria de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de mentira, engaño y falsedad, por la ceguera espiritual que nos lleva a la hipocresía y al fraude.


A LA LLAGA DEL HOMBRO

Oh amabilísimo Jesús, manso cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de tu cruz, que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado, de la cual vuestra madre dolorosa tanto se compadeció.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de murmuración, crítica, calumnia, chisme, difamación y juicios temerarios.


A LA LLAGA DE LA CABEZA

Señor mío crucificado adoro la llaga de tu santa cabeza por el dolor que en ellas sufriste, y la sangre que derramaste te ruego que me concedas constancia en servirte a ti y los demás. Así sea.

 La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de soberbia, desconfianza y temores, los cuales siguen penetrando hoy la cabeza de Cristo.




MEDITACIÓN A LAS LLAGAS DE JESUCRISTO



 

MEDITACIÓN DE CADA UNA

DE LAS SANTAS Y GLORIOSAS LLAGAS

Se recomiendan en cada uno de los misterios del Rosario.

 

Al estar de rodillas ante Vuestra sagrada imagen, oh Salvador mío, mi conciencia me dice que yo he sido él que os ha clavado en la cruz, con estas mis manos, todas las veces que he cometido un pecado mortal.

Dios mío, mi amor y mi todo, digno de toda alabanza y amor, viendo como tantas veces me has colmado de bendiciones, me pongo de rodillas, convencido de que aún puedo reparar mis injurias con que te he ofendido. Al menos te puedo compadecer, puedo darte gracias por todo lo que has hecho por mí. Perdóname, Señor mío. Por eso con el corazón y con los labios digo:

 

A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO


Santísima llaga del pie izquierdo de mi Jesús, os adoro. 
Me duele, buen Jesús, veros sufrir aquella pena dolorosa. Os doy gracias, oh Jesús de mi alma, porque habéis sufrido tan atroces dolores para detenerme en mi carrera al precipicio, desangrándote a causa de las punzantes espinas de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad para resarcir mis pecados, que detesto con sincera contrición.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de pereza, omisión, faltas de caridad especialmente con los más pobres.

 Padrenuestro......

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 A LA LLAGA DEL PIE DERECHO


Santísima llaga del pie derecho de mi Jesús, os adoro.
Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por aquel amor que sufrió tan atroces dolores, derramando sangre para castigar mis deseos pecaminosos y andadas en pos del placer. Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad, y le pido la gracia de llorar mis transgresiones y de perseverar en el camino del bien, cumpliendo fidelísimamente los mandamientos de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la envidia, celos, rivalidades y rencores.

 Padrenuestro......

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A LA LLAGA DEL SACRATÍSIMO COSTADO


Santísima llaga del Sacratísimo costado de mi Jesús, os adoro.
Me duele, Jesús de mi vida, ver como sufristeis tan gran injuria. Os doy gracias, oh buen Jesús, por el amor que me tenéis, al permitir que os abrieran el costado, con una lanzada y así derramar la última gota de sangre, para redimirme.

Ofrezco al Eterno Padre esta afrenta y el amor de vuestra santísima Humanidad, para que mi alma pueda encontrar en vuestro Corazón traspasado un seguro refugio.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de ira, avaricia y lujuria.

 Padrenuestro......

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A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA

Santísima llaga de la mano izquierda de mi Jesús, os
adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, porque por vuestro amor me habéis librado a mí de sufrir la flagelación y la eterna condenación, que he merecido a causa de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude a hacer buen uso de mis fuerzas y de mi vida, para producir frutos dignos de la gloria y vida eterna y así desarmar la justa ira de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la gula, para que nos liberes de la glotonería, ansiedad y desenfreno al comer y beber, y nos libres sobre todo del alcoholismo.

 Padrenuestro......

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A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA

Santísima llaga de la mano derecha de mi Jesús, os adoro.
Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por haberme abrumado de beneficios y gracias, y eso a pesar de mi obstinación en el pecado.

Ofrezco al Eterno Padre la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude para hacer todo para mayor honra y gloria de Dios.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de mentira, engaño y falsedad, por la ceguera espiritual que nos lleva a la hipocresía y al fraude.

 Padrenuestro......

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A LA LLAGA DEL HOMBRO


Oh amabilísimo Jesús, manso cordero de Dios, a pesar
de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de tu cruz, que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado, de la cual vuestra madre dolorosa tanto se compadeció.

La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de murmuración, crítica, calumnia, chisme, difamación y juicios temerarios.

 Padrenuestro......

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A LA LLAGA DE LA CABEZA

Señor mío crucificado adoro la llaga de tu santa
cabeza, por el dolor que en ellas sufriste y la sangre que derramaste te ruego que me concedas constancia en servirte a ti y los demás. Así sea.

 La ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de soberbia, desconfianza y temores, los cuales siguen penetrando hoy la cabeza de Cristo.

Padrenuestro......




ROSARIO DE LAS SANTAS LLAGAS

 


ROSARIO DE LAS SANTAS LLAGAS

 

PROMESAS PARA QUIEN MEDITE Y PROPAGUE LA DEVOCIÓN A LAS SANTAS Y GLORIOSAS LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

 Sor María Marta Chambón recibió estas promesas insuperables, desbordantes. Su vida en pleno siglo XX, es un preludio de las apariciones de la Virgen María en Fátima (Portugal) y por tanto, es una tabla de salvación que el Redentor nos ofrece, junto con la devoción a la Divina Misericordia.

1. Con cada palabra que se pronuncie en el Rosario de las Santas Llagas, dejaré que una gota de Mi Sangre caiga sobre el alma de un pecador.

2. Cada vez que se ofrezcan a Mi Padre los méritos de Mis Divinas Llagas, ganaréis una inmensa fortuna.

3. Las almas que hayan contemplado y honrado Mi Corona de espinas en la tierra, serán mi Corona de Gloria en el Cielo.

4. Concederé todo lo que se Me pida por medio de la invocación de Mis Santas Llagas. Todo lo obtendréis porque es a través de los méritos de mi Preciosísima Sangre, que es infinito. Con Mis Llagas y Mi Divino Corazón lo podéis obtener todo.

5. De mis Llagas proceden frutos de santidad. Como el oro purificado en el crisol se vuelve más hermoso, así pondréis vuestras almas y las de vuestros seres queridos en Mis Llagas Sagradas. Allí se perfeccionarán como el oro en el crisol. Siempre os podréis purificar en Mis Llagas.

6. Mis Llagas repararán las vuestras. Mis Llagas cubrirán todas vuestras faltas. Aquellos que las honren tendrán un verdadero conocimiento de Jesucristo. Meditando sobre ellas siempre encontraréis un Amor nuevo. Mis Llagas taparán todos vuestros pecados.

7. Meted vuestras acciones en Mis Llagas y serán de gran valor. Todas vuestras acciones, incluso la más pequeña, empapada en Mi Sangre, adquirirá sólo con ella un mérito infinito y complacerá a Mi Corazón.

8. Ofreciendo mis Llagas por la conversión de los pecadores, aunque los pecadores no se conviertan, tendréis los mismos méritos ante Dios que si lo hiciesen.

9. Cuando tengáis algún problema, algún sufrimiento, ponedlo rápidamente en Mis Llagas y el dolor será aliviado.

10. Esta aspiración deberá repetirse a menudo cerca de los enfermos; “Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de tus Santas Llagas”. Esta oración calmará el alma y el cuerpo.

11. Un pecador que diga la siguiente oración obtendrá la conversión: “Padre Eterno, os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las de nuestras almas”.

12. No habrá muerte para el alma que expire en Mis Llagas; ellas dan la verdadera vida.

13. Este Misterio es un cortafuego de Mi Justicia; retiene Mi venganza.

14. Aquellos que recen con humildad y mediten sobre Mi Pasión, participarán un día en la Gloria de Mis Divinas Llagas.

15. Cuanto más contempléis Mis Dolorosas Llagas en esta Tierra, más alta será vuestra contemplación en el Cielo

16. El alma que en vida haya honrado las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo y las haya ofrecido al Padre Eterno por las almas del Purgatorio, estará acompañada en el momento de su muerte por la Santísima Virgen y los Ángeles; y Nuestro Señor en la Cruz, en Su esplendente Gloria, la recibirá y coronará.

17. Las invocaciones a las Santas Llagas obtendrán una incesante victoria para la Iglesia.

FORMA DE REZAR ESTE ROSARIO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición:

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre, Redentor mío, por ser vos quien sois, bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.

Animado con tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, para el perdón de mis pecados. Amen.

1.-  Oh Jesús, Redentor Divino, sé misericordioso con nosotros y con el mundo entero. Amén

2.-  Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, tened misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén

3.-  ¡Perdón! ¡Misericordia, Jesús mío!; durante los presentes peligros cubridnos con vuestra preciosa sangre. Amén

4.- Padre Eterno, tened piedad y misericordia por la Sangre de Jesucristo vuestro Hijo único; tened piedad y misericordia de nosotros, os lo suplicamos. Amén, Amén, Amén.

En las cuentas grandes del Rosario:

 Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las llagas de nuestras almas.

En las cuentas pequeñas del Rosario:

 Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas.

Al terminar el Rosario se repite 3 veces:

Padre Eterno, yo os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las llagas de nuestras almas.

Oración a la Virgen Dolorosa:

Oh Madre afligida, Oh corazón virginal desgarrado, por las llagas de tu hijo, dígnate admitir este pequeño recuerdo de sus sufrimientos en unión con lo que tú misma has padecido. Ofrezco este homenaje a tu hijo Jesús y por tu santa y poderosísima intercesión espero que mis oraciones y súplicas sean escuchadas por Él. Amén.

Se recomienda finalizar rezando tres Aves Marías


sábado, 24 de abril de 2021

CORONILLA ESPECIAL A LA DIVINA MISERICORDIA Y AL INMACULADO CORAZON DE MARIA

 

 

CORONILLA ESPECIAL A LA DIVINA MISERICORDIA

 Y AL INMACULADO CORAZON DE MARIA

(Por los niños concebidos, por toda la infancia y por las almas mansas y humildes de corazón).

 

Usando una Camándula del Rosario empezamos con:

V. Abre Señor mis Labios….

R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

V. Acude Señor en mi auxilio…

R. No tardes Señor en Socorrerme. 


V. Toda la Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo

R. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


 V. Jesús, Protege y Salva.  

 R. A los Niños concebidos.

 

ACTO DE REPARACIÓN AL SANTÍSIMO

 SACRAMENTO DEL ALTAR.

Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por todos aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no te aman. (3 veces)


Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo. Te adoro profundamente y Te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los Sagrarios de la tierra en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, Te pido la conversión de los pecadores. Amén.


Levantando vuestros rosarios al Cielo y diciendo:

Reina Celestial, con este rosario atamos a todos los pecadores y todas las naciones a Tu Inmaculado Corazón.

 

SACRIFICIO DE AMOR:

 Inmaculado Corazón de María, te ofrecemos nuestras aflicciones por amor a Tu Divino Hijo y en reparación a Tu Corazón tan agraviado. Que esto convierta a los pecadores y traiga paz a todos los corazones. R. Amén.

 

 OFRECIMIENTO:

Ofrecemos esta coronilla a la Divina Misericordia por los niños no nacidos, (Según las intenciones de San Juan Pablo II, 25.Marz.2003)


Por las mujeres embarazadas para que no tengan la tentación del aborto,

Por los Infantes en Peligro de Ser Abortados,

Por todos los Infantes del Mundo,

Por sus familias,

Por un cambio en el Corazón de los Proveedores de abortos y sus colaboradores,

Por las Víctimas Humanas de la Investigación con Células Madre, manipulación genética, clonación y eutanasia.

Por todos lo responsable de los gobiernos y gobiernos de las naciones para que Promuevan la Cultura de la Vida y pongan FIN a la Cultura de la Muerte y Por nuestras Intenciones: (Voluntariamente se hace la petición.).

Dolorosísimo e inmaculado corazón de María ruega por nosotros que nos refugiamos en ti.


En el nombre del padre del hijo y del espíritu santo. Amen.


PADRE NUESTRO.

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; No nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén. 


 AVE MARIA.

V. Dios te salve María, llena eres de gracia El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén. 


CREDO DE NICEA-CONSTANTINOPLA.

Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre

(BREVE ESPACIO EN SILENCIO, GENUFLEXIÓN)

y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilatos; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a, vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo-en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.


1° MISTERIO DE LA CORONA DE DOLOR: 

LA AGONÍA DEL SEÑOR EN EL MONTE DE LOS OLIVOS.


Del evangelio: (Lc.22:39-44).

Salió del cenáculo y, como de costumbre, fue hacia el Monte de los Olivos, y los discípulos le siguieron. Jesús se apartó de ellos y puesto de rodillas oraba diciendo: “Padre, si quieres, aparta de mi ese cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Entonces se le apareció un ángel que le confortaba… Y sumido en su Agonía insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en la tierra.


V. Padre eterno, te ofrecemos el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad, de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo,

R. como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.


Por  su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María:

1. En la agonía en el huerto,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

2. En la flagelación sangrienta,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

3. En la coronación de espinas,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

4. En su Juicio,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

5. En la cargada de  la cruz sobre su hombro herido   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

6. En su encuentro con la Virgen María,                  

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

7. En su encuentro con Cirineo, Verónica y las mujeres santas

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

8. En sus caídas,                   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

9. En el despojo de sus vestiduras,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

10. En la crucifixión,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

11. En su dolorosa agonía y muerte,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

12. En el traspaso de su Sacratísimo corazón,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

13. En las penas del Inmaculado Corazón de María por  la pasión y muerte del Señor, cuando recibió el cuerpo  de Jesús en sus brazos, cuando le colocó en la tumba  y por su espera hasta la Resurrección,                

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

 

2° MISTERIO DE LA CORONA DE DOLOR 

LA FLAGELACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ATADO A LA COLUMNA.


Del evangelio: (Mt. 27:22; Mc. 15:15).

Dice Pilato: ¿Y qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo? Y todos a una sola voz gritaban: ¡SEA CRUCIFICADO!, Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente les soltó a Barrabas y entrego a Jesús, después de azotarle para que fuera crucificado.


V. Padre eterno, te ofrecemos el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad, de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo,

R. como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.

 

Por  su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María:

1. En la agonía en el huerto,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

2. En la flagelación sangrienta,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

3. En la coronación de espinas,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

4. En su Juicio,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

5. En la cargada de  la cruz sobre su hombro herido   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

6. En su encuentro con la Virgen María,                  

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

7. En su encuentro con Cirineo, Verónica y las mujeres santas

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

8. En sus caídas,                   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

9. En el despojo de sus vestiduras,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

10. En la crucifixión,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

11. En su dolorosa agonía y muerte,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

12. En el traspaso de su Sacratísimo corazón,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

13. En las penas del Inmaculado Corazón de María por  la pasión y muerte del Señor, cuando recibió el cuerpo  de Jesús en sus brazos, cuando le colocó en la tumba  y por su espera hasta la Resurrección,                

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

 

3° MISTERIO DE LA CORONA DE DOLOR

LA CORONACIÓN DE ESPINAS.


Del evangelio: (Mc. 15:16-18).

Los Soldados le llevaron dentro del Palacio es decir al Pretorio y llamaron a toda la cohorte. Le visten de purpura y, trenzando una corona de espinas se la ciñen en su Santa Cabeza. Y se pusieron a saludarle: ¡Salve, Rey de los Judíos!


V. Padre eterno, te ofrecemos el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad, de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo,

R. como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.


Por  su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María:

1. En la agonía en el huerto,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

2. En la flagelación sangrienta,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

3. En la coronación de espinas,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

4. En su Juicio,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

5. En la cargada de  la cruz sobre su hombro herido   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

6. En su encuentro con la Virgen María,                  

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

7. En su encuentro con Cirineo, Verónica y las mujeres santas

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

8. En sus caídas,                   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

9. En el despojo de sus vestiduras,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

10. En la crucifixión,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

11. En su dolorosa agonía y muerte,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

12. En el traspaso de su Sacratísimo corazón,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

13. En las penas del Inmaculado Corazón de María por  la pasión y muerte del Señor, cuando recibió el cuerpo  de Jesús en sus brazos, cuando le colocó en la tumba  y por su espera hasta la Resurrección,                

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

 

4° MISTERIO DE LA CORONA DE DOLOR

JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS CAMINO AL CALVARIO.


Del evangelio: (Jn. 19:16-18).

Tomaron, pues, a Jesús, y él, cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota y allí lo crucificaron.


 V. Padre eterno, te ofrecemos el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad, de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo,

R. como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.


Por  su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María:

1. En la agonía en el huerto,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

2. En la flagelación sangrienta,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

3. En la coronación de espinas,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

4. En su Juicio,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

5. En la cargada de  la cruz sobre su hombro herido   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

6. En su encuentro con la Virgen María,                  

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

7. En su encuentro con Cirineo, Verónica y las mujeres santas

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

8. En sus caídas,                   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

9. En el despojo de sus vestiduras,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

10. En la crucifixión,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

11. En su dolorosa agonía y muerte,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

12. En el traspaso de su Sacratísimo corazón,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

13. En las penas del Inmaculado Corazón de María por  la pasión y muerte del Señor, cuando recibió el cuerpo  de Jesús en sus brazos, cuando le colocó en la tumba  y por su espera hasta la Resurrección,                

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero. 

 

5° MISTERIO DE LA CORONA DE DOLOR

LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.


Del evangelio: (Jn. 19:26-27; Lc. 23: 44-46).

 Jesús viendo a su Madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su Madre “Mujer ahí tienes a tu hijo”, luego dice al discípulo “Ahí tienes a tu Madre”… (Después) la oscuridad cayó sobre la tierra hasta la hora nona… y Jesús, dando un fuerte grito dijo: “Padre en tus manos pongo mi espíritu” y dicho esto expiro. (silencio y meditar)


V. Padre eterno, te ofrecemos el cuerpo y la sangre, el alma y la divinidad, de tu amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo,

R. como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.


Por  su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María:

1. En la agonía en el huerto,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

2. En la flagelación sangrienta,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

3. En la coronación de espinas,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

4. En su Juicio,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

5. En la cargada de  la cruz sobre su hombro herido   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

6. En su encuentro con la Virgen María,                  

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

7. En su encuentro con Cirineo, Verónica y las mujeres santas

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

8. En sus caídas,                   

R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

9. En el despojo de sus vestiduras,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

10. En la crucifixión,                 

 R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

11. En su dolorosa agonía y muerte,               

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

12. En el traspaso de su Sacratísimo corazón,              

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.

13. En las penas del Inmaculado Corazón de María por  la pasión y muerte del Señor, cuando recibió el cuerpo  de Jesús en sus brazos, cuando le colocó en la tumba  y por su espera hasta la Resurrección,                

  R. Ten piedad de nosotros y del mundo entero.


Intenciones Diarias, Misericordia Divina

**Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero. 


1. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los pecadores, todas las generaciones pasadas, presentes y futuras.

2. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los sacerdotes y religiosos, especialmente aquellos que fallan en su sublime vocación.

3. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todas las almas fieles y devotas.

4. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los paganos y de aquellos que no te conocen. 

5. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los heréticos y cismáticos, aquellos que rechazan la religión Católica.

6. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de las almas mansas y humildes, especialmente de los pequeñitos.

7. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos aquellos que honran y veneran tu Misericordia. 

8. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de las pobres almas del Purgatorio. 

9. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de las almas tibias. 

*   *   *   *   *   *

**Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.


1. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los que honran y veneran a la Virgen María.

2. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos lo que honran a Jesús en el Santísimo Sacramento. 

3. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los que veneran las enseñanzas de la Iglesia Católica y del Santo Padre. 


***Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero. 


1. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los que están agonizando en este momento, concédeles el arrepentimiento y que vuelvan a Ti.

2. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los que están pecando en este momento, y de todos cuando pecamos. Padre perdónanos, porque no sabemos lo que hacemos. 

3. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos aquellos que estas rezando por alguna petición especial, aquellos que esperan de tu bondad, los que están sufriendo una cruz pesada, muéstranos Tu Misericordia Padre generoso, ten Misericordia de nosotros.

4. Por los méritos de su dolorosa pasión y de las penas del Inmaculado Corazón de María: ten piedad de todos los muertos, Tú solamente tienes el poder para levantarnos a la vida. 


V. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, 

R. ten piedad de nosotros y del mundo entero. (3 veces)


Oh sangre y agua que brotaron del corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío. (3 veces)