MEDITACIÓN DE CADA UNA
DE LAS SANTAS Y GLORIOSAS
LLAGAS
Se recomiendan en cada uno
de los misterios del Rosario.
Al estar de rodillas ante
Vuestra sagrada imagen, oh Salvador mío, mi conciencia me dice que yo he sido
él que os ha clavado en la cruz, con estas mis manos, todas las veces que he
cometido un pecado mortal.
Dios mío, mi amor y mi todo,
digno de toda alabanza y amor, viendo como tantas veces me has colmado de
bendiciones, me pongo de rodillas, convencido de que aún puedo reparar mis
injurias con que te he ofendido. Al menos te puedo compadecer, puedo darte
gracias por todo lo que has hecho por mí. Perdóname, Señor mío. Por eso con el
corazón y con los labios digo:
A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO
Me duele, buen Jesús, veros sufrir aquella pena dolorosa. Os doy gracias, oh Jesús de mi alma, porque habéis sufrido tan atroces dolores para detenerme en mi carrera al precipicio, desangrándote a causa de las punzantes espinas de mis pecados.
Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad para resarcir mis pecados, que detesto con sincera contrición.
La
ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de pereza, omisión,
faltas de caridad especialmente con los más pobres.
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A LA LLAGA DEL PIE
DERECHO
Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por aquel amor que sufrió tan atroces dolores, derramando sangre para castigar mis deseos pecaminosos y andadas en pos del placer. Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad, y le pido la gracia de llorar mis transgresiones y de perseverar en el camino del bien, cumpliendo fidelísimamente los mandamientos de Dios.
La
ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la envidia, celos,
rivalidades y rencores.
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A LA LLAGA DEL SACRATÍSIMO COSTADO
Me duele, Jesús de mi vida, ver como sufristeis tan gran injuria. Os doy gracias, oh buen Jesús, por el amor que me tenéis, al permitir que os abrieran el costado, con una lanzada y así derramar la última gota de sangre, para redimirme.
Ofrezco al Eterno Padre esta
afrenta y el amor de vuestra santísima Humanidad, para que mi alma pueda
encontrar en vuestro Corazón traspasado un seguro refugio.
La
ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de ira, avaricia y
lujuria.
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A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA
adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, porque por vuestro amor me habéis librado a mí de sufrir la flagelación y la eterna condenación, que he merecido a causa de mis pecados.
Ofrezco al Eterno Padre, la
pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude a hacer
buen uso de mis fuerzas y de mi vida, para producir frutos dignos de la gloria
y vida eterna y así desarmar la justa ira de Dios.
La
ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de la gula, para que nos
liberes de la glotonería, ansiedad y desenfreno al comer y beber, y nos libres
sobre todo del alcoholismo.
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A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA
Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por haberme abrumado de beneficios y gracias, y eso a pesar de mi obstinación en el pecado.
Ofrezco al Eterno Padre la
pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude para hacer
todo para mayor honra y gloria de Dios.
La
ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de mentira, engaño y
falsedad, por la ceguera espiritual que nos lleva a la hipocresía y al fraude.
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A LA LLAGA DEL HOMBRO
La
ofrecemos por la sanación y liberación de los pecados de murmuración, crítica,
calumnia, chisme, difamación y juicios temerarios.
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A LA LLAGA DE LA CABEZA
cabeza, por el dolor que en ellas sufriste y la sangre que derramaste te ruego que me concedas constancia en servirte a ti y los demás. Así sea.
La ofrecemos por la sanación y liberación de
los pecados de soberbia, desconfianza y temores, los cuales siguen penetrando
hoy la cabeza de Cristo.
Padrenuestro......
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