ORACIÓN DE LA CORAZA DE
LA SANGRE DE CRISTO, LA MÁS PODEROSA PROTECCIÓN
Esta oración es una muy poderosa protección contra todo mal, malos espíritus, malas personas, magias, hechizos, maldades, males enviados...
Es
conveniente hacerla con cierta frecuencia (cada uno o dos meses) y con plena
confianza en el Poder de la Preciosa Sangre de Cristo.
También
se puede copiar y llevarla consigo o colocarla en la entrada de la casa o del
negocio, o trabajo, o en el lugar que se desea que esté bien protegido,
guardado y defendido.
ORACIÓN DE LA CORAZA
DE LA SANGRE DE JESÚS
Oh mi amado Señor Jesús tu
sufrimiento es el nuestro, tus espinas son las nuestras, tu Sangre derramada es
nuestra fuerza y defensa, por ello, Señor, confío en Ti, en Ti espero, y lo que
tú pongas en mi camino, lo recibiré con gratitud, amor y sabiduría; te lo
prometo y que sea tu Divina voluntad.
Oh mi buen Jesús, con el Poder de tu Sangre Preciosa, y por tu presencia viva en la Santa Eucaristía, te ruego me des valor en las luchas diarias, y, en cualquier situación victoria frente al enemigo.
Oh, Coraza de la Sangre del Redentor, oh mi amadísimo Señor Jesús, acude a mí, protégeme en todos mis caminos y batallas espirituales; cubre mis pensamientos, potencias y sentidos y con tu poderosa coraza protectora, reviste mi cuerpo y vida con tu poder.
Que los dardos incendiarios del maligno, no me toquen ni en el cuerpo, ni en el alma; que ni el veneno, ni el hechizo, ni la maldad de los hombres me hagan daño y cause desasosiego; que ningún espíritu encarnado o descarnado me perturbe ni venga en mi contra; que Satanás y sus huestes del mal, huyan de mí al ver la Coraza de Tu Sangre Protectora.
Oh, Coraza de la Sangre
del Redentor, libérame de todo mal y peligro, de toda adversidad y oscuridad
para que pueda cumplir la misión que en esta vida me ha sido encomendada y dar
Gloria a Dios. Me consagro y consagro mi familia voluntariamente al Poder de tu
Preciosa Sangre Protectora.
¡Oh mi buen Jesús, libérame
a mí y a mi familia y seres queridos de todo mal y peligro, aleja de nosotros
las malas personas, las malas compañías y los malos espíritus, que tu Presencia
siempre nos ampare y defienda.
Rezar un Padrenuestro y un Gloria.
Oh, Coraza de la Sangre
del Redentor, Señor nuestro Jesucristo, sella con tu Sangre, mi cuerpo, mi alma
y mi espíritu. Cubre con tus llagas, mi cuerpo, mi alma y mi espíritu y lava
con el agua de tu costado mi cuerpo, mi alma y mi espíritu, para que este día
sea positivo en Ti y me libres a mí y a mi familia de todo mal y maldad, de
todo peligro y enfermedad, de las asechanzas del enemigo del alma en cualquiera
de sus manifestaciones. Amén Señor.
Rezar un Padrenuestro y un Gloria.
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por que subiste a la Cruz para dar tu vida por nosotros. Gracias por tu Sangre Preciosísima con que nos has redimido.
Con tu sangre Preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu Sangre Preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz que llevaste a cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu Sangre Preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu Sangre Preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Con tu Sangre Preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.
Oh, Coraza de la Sangre del Redentor, te ruego seas mi protección hoy y siempre, y me liberes del mal en todo momento y lugar. Amén, Amén, Amén.
Rezar tres Padrenuestros y tres Glorias.
†
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hacer la oración y los rezos por la mañana y por la noche durante tres días seguidos, mejor si se hace todos los meses.