ORACIÓN DEL JUSTO JUEZ
(ANTIGUA)
Esta oración fue
encontrada grabada en una plancha de oro en el Monte Calvario; enterrada junto
al peñasco en que se fijó la Cruz de nuestro Señor Jesucristo. La descubrió el
Príncipe Godofredo Boullón en la guerra que emprendió contra los mahometanos,
para rescatar los Santos Lugares de Jerusalén. Con esta oración, el citado
Príncipe, se hizo invisible en varios encuentros que tuvo con los Turcos, y lo
mismo su cristiano ejército. Vencieron a millón y medio de impíos mahometanos,
siendo ellos solamente trescientos soldados cristianos.
Oración:
Señor Jesucristo,
Divino y Justo Juez
de vivos y muertos.
Eterno Sol de Justicia
Encarnado
en el Casto Vientre de
la Virgen María,
por la salud del linaje
humano.
Justo Juez, Creador del
Cielo y de la Tierra,
y muerto en la Cruz por
mi amor:
Tú, que fuiste envuelto
en un Sudario
y puesto en un Sepulcro
del que al tercer día
Resucitaste,
Vencedor de la muerte y
del infierno,
Justo y Divino Juez,
oye mis súplicas que Te
hago
para
____________________
Atiende a mis ruegos,
escucha mis peticiones,
y dales favorable despacho.
Tu Voz Imperiosa
serenaba las tempestades,
sanaba a los enfermos
y resucitaba a los
muertos,
como a Lázaro y al hijo
de la viuda de Naim.
El Imperio de Tu Voz
ponía en fuga a los
demonios,
haciéndolos salir
de los cuerpos de los
poseídos
y daba vista a los
ciegos,
habla a los mudos,
oído a los sordos
y perdón a los
pecadores,
como a la Magdalena
y al paralítico de la piscina.
Tú Te hiciste invisible
a los enemigos.
A Tu Voz retrocedieron,
cayendo por tierra en
el Huerto,
los que fueron a
aprisionarte.
Y cuando expirabas en
la Cruz,
a Tu Poderosa Voz se
estremecieron los orbes.
Tú abriste las cárceles
a Pedro
y lo sacaste de ellas sin
ser visto
por la guardia de
Herodes
Tú salvaste a Dimas,
el ladrón arrepentido,
y perdonaste a la
adúltera.
Te suplicamos, Señor
Jesús,
Justo Juez,
que liberes a _______
de todo enemigo visible
e invisible.
La Sábana Santa
en que fuiste envuelto
nos cubra;
Tu Sagrada Sombra nos
esconda;
el Velo que cubrió Tus
Ojos,
ciegue a los que nos
persiguen;
y los que nos deseen el
mal,
ojos tengan y no nos
vean;
pies tengan, y no nos
alcancen;
manos tengan, y no nos
tienten;
oídos, y no nos oigan;
lengua tengan, y no nos
acusen;
y sus labios enmudezcan
en los tribunales,
cuando intenten
perjudicarnos.
¡Oh, Jesucristo, Justo
y Divino Juez!
Favorécenos en toda
clase
de angustias y
aflicciones,
lances y compromisos,
y haz que al invocarte
y aclamar
al Imperio de Tu
Poderosa y Santa Voz,
llamándote en nuestro
auxilio,
las prisiones se abran,
las cadenas y los lazos
se rompan,
los grillos y las rejas
se quiebren,
los cuchillos se doblen
y toda arma
que sea forjada en
contra de _______
se embote e inutilice.
Ni los caballos nos alcancen,
ni los espías nos miren
ni nos encuentren.
Tu Sangre nos bañe,
Tu Manto nos cubra,
Tu Mano nos bendiga,
Tu Poder nos oculte,
Tu Cruz nos defienda,
y sea nuestro Escudo en
la vida
y en la hora de nuestra
muerte.
¡Oh! Justo Juez, Hijo
del Eterno Padre,
Quien con Él y con el
Espíritu Santo
eres Un Solo Dios
Verdadero.
¡Oh! Verbo Divino,
hecho Hombre:
Yo Te suplico cubras a
_______
con el Manto de la
Santísima Trinidad,
para que, libres de
todos los peligros,
glorifiquemos Tu Santo
Nombre.
Amén.